Actualmente existe un porcentaje elevado de la población con maloclusiones y malposiciones dentarias que necesitan tratamiento de ortodoncia. Su efecto permite restablecer la funcionalidad de la boca, a la vez que mejorar la estética dental y facial y, por lo tanto, aumentar la calidad de vida del paciente.
Desde una infancia muy temprana, los niños pueden someterse a este tipo de tratamientos. Hasta hace poco, la mayoría de pacientes de las clínicas de ortodoncia eran niños, pero en los últimos años se ha producido un aumento de estos tratamientos en adultos, que han pasado a ser prácticamente el 50% de los pacientes.
Los tratamientos ortodónticos se pueden llevar a cabo con aparatos removibles o con aparatos fijos. Los aparatos removibles son los que quedan ajustados al perfil del paciente y se pueden extraer en cualquier momento. Los aparatos fijos son aquellos que van adheridos a la superficie dental mediante resinas y quedan tensados entre ellos gracias a un arco metálico. La fuerza aplicada por los arcos mueve los dientes con mucha precisión para que queden en la posición requerida.